SAN JUAN BOSCO Cierto día, El Redentor condujo a Pedro, Santiago y Juan sobre el Tabor, que es un monte alto de Palestina. Sobre este monte y en presencia de dichos apóstoles, se transfiguró de tal modo que su semblante resplandecía como el sol y sus vestiduras quedaron blancas como la nieve. En aquel momento, aparecieron Moisés y Elías que empezaron a conversar con Él. Admirado ante aquel espectáculo celestial, Pedro dijo a Jesús:
Jesús predice su pasión y resurrección En varios pasajes del Antiguo Testamento, se anuncia la pasión dolorosísima de Jesucristo de un modo tan palpable que las predicciones de algunos profetas parecen más bien la exposición de un hecho ya sucedido. Además, él mismo, casi al principio de su predicación, anunció a sus discípulos que iría a Jerusalén; que allí sufriría mucho de manos de los ancianos y de los escribas del pueblo judío; que por último le darían muerte, pero que había de resucitar al tercer día. Concilio de los fariseos Los fariseos trataron muchas veces de detener a Jesús, pero nunca lo consiguieron, porque aún no había llegado su hora. Un día, convocaron un concilio para tratar la clase de muerte que le habían de dar, y uno de ellos, llamado Caifás, que era pontífice aquel año, dijo:
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