Ambientes Costumbres Civilizaciones Peregrinando dentro de un vitral

Plinio Corrêa de Oliveira

Imaginemos un vitral en forma circular, o sea, un rosetón. Un mundo de colores diferentes. Dentro del conjunto de colores, se podría hacer un paseo: ora “entrar” en el cielo color de añil, ora en el dorado absoluto, después en el verde total o en el rojo más encarnado. Los ojos “entran” en varios pedacitos de cielo, miran aquí, allá y acullá.

Rosetón de la Catedral de Notre Dame de París, edificada de 1163 a 1345.

En determinado momento, surge la mayor alegría: la visión del conjunto. Al cabo de cierto tiempo, ya no soy yo el que está mirando al rosetón, sino es él que está como que mirando hacia mí. Una inmensa mirada de “alguien” que contiene todos los estados de espíritu correlativos con aquellos colores diversos y que en su conjunto me analiza.

Analiza en tal o cual aspecto de mi psicología, pero a mí como un todo, compuesto de proporciones desiguales e irrepetibles. Nunca hubo antes, ni habrá después, un otro igual a cada uno de nosotros.

Si yo miro a mi alrededor y veo a otras personas contemplando también el vitral, noto cómo son diferentes de mí y para cada una de ellas el vitral expresa cosas diferentes. Percibo la variedad inagotable de interpretaciones que el alma humana, mirando el rosetón, puede establecer, al punto de sentirse comprendida por él.

Me gusta mucho ver fotografías de vitrales medievales. Aquellos que retratan aspectos aislados de ellos no dan, en mi opinión, lo mejor del vitral. Lo mejor es cuando el rosetón entero proyecta su luz hacia nosotros. ¿Por qué? A causa de la propia naturaleza del alma humana. Somos tales que podemos tener lindos aspectos de alma. Sin embargo, lo más bello no es ninguno de ellos.

Lo más bonito es contemplar el alma humana en cuanto criatura en que Dios va formando, con variados aspectos, una imagen de Él dentro de la colección casi incontable de los hombres. Desde el primer hombre hasta el último, cada uno ocupa un lugar sin el cual la colección quedaría incompleta. Como un vitral que recibió una pedrada y en ese punto deja un orificio.

Así, analizando a cada hombre en su conjunto, notamos una porción de elementos individualmente lindos; pero lo más bello es, si cada uno se santificara, observar en el todo la plenitud de su personalidad. 

¿Qué significa las puertas del infierno? Palabras del director Nº 142 - Octubre 2013 - Año XII
Palabras del director Nº 142 - Octubre 2013 - Año XII
¿Qué significa las puertas del infierno?



Tesoros de la Fe N°142 octubre 2013


San Francisco de Borja “Sic transit gloria mundi”
Nº 142 - Octubre 2013 - Año XII   Quien no tiene a María por Madre, no tiene a Dios por Padre Eutanasia para recién nacidos Nuestra Señora del Cisne Explicitar San Francisco de Borja ¿Qué significa las puertas del infierno? Peregrinando dentro de un vitral



 Artículos relacionados
Los premios y castigos públicos ¿dignifican y estimulan? o ¿corrompen y humillan? Según la doctrina de Santo Tomás de Aquino, el hecho de que una persona posea cualidades auténticas, y sea reconocida y honrada como tal por la sociedad, es un bien superior a la salud o a la riqueza, e inferior solamente a la gracia de Dios, que trasciende todos...

Leer artículo

Casas para el alma, y no sólo para el cuerpo Se diría que el talento y el lujo lucen en esta penumbra de simplicidad, como la luz brilla con mil diversas tonalidades en la meditativa y recogida oscuridad de la sala. Es la belleza específica de un ambiente pequeño burgués…...

Leer artículo

Neuschwanstein El sentido del combate y de la dignidad hidalga La primera impresión que el castillo sugiere, a mi modo de ver, es causada por el juego de las torres, sobre todo la torre más alta, que parece desafiar los montes atrás, como quien dice: “Yo estoy en la cumbre del orbe, más alto que yo no hay nadie”...

Leer artículo

Museos: ¿osarios de la cultura? ¿QUIÉN NO SINTIÓ aún la frustración típica que asalta al hombre después de la visita a un gran museo? A lo largo de las salas y de las galerías en que las rarezas y las obras maestras están expuestas, el alma se va dilatando y enriqueciendo por la contemplación de mil maravillas...

Leer artículo

El Príncipe de la Paz El mundo católico, y con él, todos los pueblos de la tierra se vuelven el día 25 de diciembre hacia el pesebre de Belén, a fin de adorar, lleno de fe, al Niño que ahí reposa, o admirar un acontecimiento cuya explicación se busca en vano en las leyes que rigen los acontecimientos humanos…...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino