Estimados amigos: La presente edición especial de Tesoros de la Fe reúne un conjunto de variados artículos, entre los cuales me permito destacar uno a respecto de las asombrosas revelaciones contenidas en el libro Un camino bajo la mirada de María. Obra en la cual se reproducen trechos —hasta ahora inéditos— del diario espiritual manuscrito de la mayor de los videntes de Fátima. Como ustedes recordarán, la Santísima Virgen se apareció en Fátima a los tres pastorcitos (Lucía Rosa dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto) en seis ocasiones, entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. Posteriormente, entre las numerosas gracias místicas que la Hna. Lucía recibió en vida, las más significativas fueron: – El 10 de diciembre de 1925, en Pontevedra, donde se aparece Nuestra Señora y el Niño Jesús; y, la Virgen revela la gran promesa de los cinco primeros sábados. – El 13 de junio de 1929, en Tuy, donde tiene la visión de la Santísima Trinidad y del Inmaculado Corazón de María; y, la Virgen pide al Papa la consagración de Rusia. – El 3 de enero de 1944, también en Tuy, donde la Santísima Virgen disipa sus dudas y le ordena escribir el Tercer Secreto. Sobre esta última, era de la que menos detalles se tenían. Sin embargo, gracias al libro ahora publicado, los podemos conocer y serán comentados en las páginas siguientes. El otro artículo que deseo recomendarles nos viene de Roma y se titula El final de un mundo. Está escrito por nuestro corresponsal en la Ciudad Eterna, Juan Miguel Montes, quien levanta graves cuestionamientos a los líderes Occidentales a raíz de las persecuciones religiosas a los cristianos en Iraq. En Jesús y María, El Director
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La Hermana Lucía |
El martirio de María ES CIERTO QUE cuanto más se ama una cosa, tanto más se siente la pena de perderla. La muerte de un hermano causa más aflicción que la muerte de un jumento, la de un hijo más que la de un amigo. Para comprender, pues, dice Cornelio Alápide cuán vehemente fue el dolor de María en la muerte de su Hijo, era preciso comprender cuánto era el amor que le tenía; pero ¿quién podrá medir este amor?... | |
¿Es lícito el matrimonio de un católico con alguien que no lo es? Para recibir la gracia sacramental del matrimonio no es necesario tener la intención expresa de recibir un sacramento; basta la intención de contraer un casamiento válido. Sin embargo, el matrimonio es un sacramento de los vivos, es decir, debe ser recibido en estado de gracia santificante, y quien se casa en estado de pecado mortal puede estar haciéndolo válidamente, aunque comete un sacrilegio... | |
Preparación para el matrimonio Los padres deben educar a sus hijos para que tengan el día de mañana una vida matrimonial feliz, y precisamente es esta la educación que muchos padres omiten... | |
Un pecado que desagrada a los mismos demonios Desgraciados… como ciegos y tontos, ofuscada la luz de su entendimiento, no reconocen la pestilencia y miseria en que se encuentran, pues no solo me es pestilente a mí, sino que ese pecado desagrada a los mismos demonios, a los que esos desgraciados han hecho sus señores... | |
El Evangelio de Judas y el proceso de “autodemolición” en la Iglesia La noticia sobre un viejo papiro de 1700 años dio la vuelta al mundo con gran orquestación publicitaria, sobre todo en abril pasado. Su contenido es tan ofensivo como falso: ¡Judas habría sido el discípulo perfecto del Redentor!... |
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