No temáis soy el Ángel de la Paz. Rezad conmigo Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Palabras del Director
Nº 123 - Marzo 2012 - Año XI
Entre la variedad de temas abordados en este número, quiero destacar en la sección Ambientes, Costumbres, Civilizaciones, los extractos de una conferencia pronunciada por Plinio Corrêa de Oliveira el 22 de marzo de 1987.
Nuestra Señora del Rosario de Pompeya
La historia de una devoción nacida en Italia y propagada al mundo entero, como premio a la perseverancia de un heroico apóstol seglar...
Contemplación, algo mucho más fácil y natural de lo que se imagina
Es cierto que el hombre, incluso el más disipado, contempla activamente. Para darnos cuenta de esto, bastará que aclaremos qué es concretamente en la vida terrena y en el plano natural una contemplación...
San Ruperto de Salzburgo
San Ruperto (Ruprecht o Roberto) nació en Worms en la segunda mitad del siglo VII, en el seno de la noble familia condal de los rupertinos o robertinos, que extendían su dominio sobre la región del medio y alto Rin...
Negar la existencia de Dios es inexcusable
Deseo saber por qué los católicos critican tanto el satanismo, el ateísmo y el agnosticismo. Soy agnóstico y quisiera que me expliquen esta cuestión. Por favor, respóndame...
San José, Patrono de la Iglesia
Esta fue la mejor estampa de San José que conocí en mi vida. Se trata claramente de una pintura ejecutada por alguien que interpretó bien el papel de San José, y que lo supo expresar en una obra artística de buena calidad...
Santo Tomás de Aquino, Confesor y Doctor de la Iglesia
+1274 + Fossa Nuova. El mayor teólogo de la Iglesia fue a los cinco años confiado a los monjes benedictinos de Monte Cassino, entrando después en la Orden de Predicadores, de la cual se tornó la mayor gloria, juntamente con el fundador, Santo Domingo. Con razón fue cognominado Doctor Angélico, por su pureza de vida y elevación de doctrina, que trasciende la pura inteligencia humana. Es el patrono de las escuelas católicas.