Visteis el infierno, a donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón.
“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Palabras del Director
Palabras del Director Nº 184 - Abril de 2017 – Año XVI
Que la consideración de nuestras faltas nos lleve a la compunción y al arrepentimiento. Y por medio de la penitencia alcancemos la enmienda de vida, a la que tanto nos exhortó la Virgen en Fátima en sus ya centenarias apariciones.
Año Jubilar de Fátima Concesión de Indulgencia Plenaria
Con el fin de celebrar dignamente el centésimo aniversario de las Apariciones de Fátima, por mandato del Papa Francisco se concede, con la inherente indulgencia plenaria, un Año Jubilar, desde el día 27 de noviembre de 2016 hasta el día 26 de noviembre de 2017.
Jesús en el Sepulcro
La ley de los judíos prohibía que el sábado se dejaran en la cruz los cuerpos muertos; por esto, se dirigieron a Pilatos para pedirle que hiciera quebrar las piernas a los que habían sido crucificados, con el objeto de que murieran más pronto y fueran sepultados.
Le ataron las manos porque hacían el bien
La mano es una de las partes más expresivas y más nobles del cuerpo humano. Cuando los Pontífices y los sacerdotes bendicen, lo hacen con un gesto de manos.
San Hugo el Grande
Aquel que sería uno de los más célebres personajes de la Edad Media nació el año 1024 en la pequeña localidad de Semur, en la Borgoña francesa.
Rothenburg
La sociedad en la Edad Media se dividía en tres clases. La más alta de ellas era el Clero, porque estaba constituida por personas consagradas a Dios, integrantes de la estructura de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
+aproximadamente 444 + Italia. Su nombre significa "lo que Dios quiere". Obispo de Cártago en el siglo V, gobernaba pacíficamente su rebaño cuando Genserico, rey de los vándalos, se apoderó de la ciudad en 438. Este príncipe arriano lo atormentó por odio a la fe católica. No consiguiendo hacerlo apostatar, lo colocó junto con otros fieles en barcos averiados, con la esperanza de que perezcan en las aguas. Milagrosamente preservados, llegaron sanos y salvos a Campania, en el Sur de Italia.