No temáis soy el Ángel de la Paz. Rezad conmigo Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Palabras del Director
Nº 215 – Noviembre de 2019 – Año XVIII
En nuestra época, tan impregnada de materialismo y ateísmo, se busca evitar el recuerdo de la muerte, aunque sea la única cosa que con toda seguridad algún día nos ocurrirá.
El médico y los dos enfermos
Ved, hermanos, cómo, en beneficio de la salud temporal, se suplica al médico; cómo, si alguien enferma hasta perder la esperanza de continuar en vida…
El Canto Gregoriano
“¡Están sonriendo! ¡No es posible!”, exclamó Nerón, el tristemente célebre emperador romano del siglo primero de la era cristiana, al entrar en la arena para deleitarse con la vista de los restos dispersos en el suelo, aún calientes y ensangrentados, de las víctimas de un espectáculo más que acababa de promover.
San José de Pignatelli y Moncayo
Séptimo de los ocho hijos del príncipe Antonio Pignatelli y de la marquesa Francisca Moncayo, de la rama española de una nobilísima familia del reino de Nápoles.
El Sol, espejo de Dios
Compuesto por una masa de gases en fricción, que generan altísimas temperaturas, no tiene pensamiento, ni conocimiento, ni plan. Arde sin cesar, pero es indiferente a todo y continúa su ciclo.
+300, d.C. + Calahorra. Nacidos en León, hijos del centurión y mártir Marcelo, estos hermanos formaron también parte de las legiones romanas hasta que se decretó la persecución de los cristianos. Decidieron entonces entregarse al procónsul de Calahorra declarando su fe y aunque fueron encarcelados y torturados nunca renunciaron a su religión, por lo que fueron condenados a morir decapitados a las orillas del río Arnedo el 13 de marzo del año 300.