“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Especiales
"Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia"
La unicidad de la Iglesia Católica es percibida al vivo en el excepcional complejo artístico de la Basílica de San Pedro y su plaza. En el siglo I funcionaba en ese lugar el circo de Calígula, uno de los más depravados Césares paganos.
Imagen de Nuestra Señora de Fátima ultrajada en la Catedral de Huánuco
Los fieles que asistían a la misa vespertina en la catedral de Huánuco fueron conmocionados por un hecho sacrílego. Un desconocido se acercó al altar e interrumpió bruscamente la celebración, vociferando insultos contra la fe católica del prelado y de los cientos de fieles que abarrotaban el templo.
Las Virtudes Cardinales
Prudencia es la virtud que ordena todas las acciones al debido fin. Justicia es la virtud por la que damos a cada uno lo suyo. Fortaleza es la virtud que nos hace animosos para no temer ningún peligro por el servicio de Dios. Templanza es la virtud por la que refrenamos los deseos desordenados de los placeres sensibles.
Se necesitan Babettes
El personaje del título es una joven francesa que, obligada a huir de la guerra, va a parar a una aldea en Dinamarca, notable por su protestantismo rígido y puritano.
Apocalipsis, internet y fin de los tiempos
El Apocalipsis es uno de los libros de la Biblia más difíciles de ser interpretados. Así, las interpretaciones dadas por los exegetas católicos son de lo más variadas, y en consecuencia no podemos presentar aquí un tratado completo sobre el asunto.
San Antonio de Padua
“¡Alégrate, feliz Lusitania! ¡Salta de júbilo, Padua dichosa! Pues engendrasteis para la tierra y para el cielo a un varón, que bien puede compararse con un astro rutilante, ya que brillando, no sólo por la santidad de su vida y gloriosa fama de sus milagros, sino también por el esplendor que por todas partes derrama su celestial doctrina”.
+300, d.C. + Calahorra. Nacidos en León, hijos del centurión y mártir Marcelo, estos hermanos formaron también parte de las legiones romanas hasta que se decretó la persecución de los cristianos. Decidieron entonces entregarse al procónsul de Calahorra declarando su fe y aunque fueron encarcelados y torturados nunca renunciaron a su religión, por lo que fueron condenados a morir decapitados a las orillas del río Arnedo el 13 de marzo del año 300.