Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar. Él quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien la abrace le prometo la salvación.
“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Página Mariana
Nuestra Señora del Buen Consejo de Genazzano
Durante la fiesta en honor de la Madre del Buen Consejo se dejaron oír los acordes de una melodía agradabilísima, que parecía venir del Cielo. Entonces, la gente vio una pequeña nube blanca luminosa descender hacia la capilla inconclusa.
Consideraciones sobre la oración (III)
Del mismo modo como aprendemos a andar, a leer y a escribir —andando, leyendo y escribiendo—, así también aprendemos a orar bien, ejercitándonos en la práctica de la oración. Si ésta nos parece penosa e insípida, es porque no acudimos a ella con asiduidad.
Destella una luz de plata en Versalles
El oro tiene su evocación más frecuente en el nacimiento y la puesta de sol. La plata y la luna se evocan mutuamente. Fuera de la noche, ambas pierden lo mejor de su resplandor. En la oscuridad, ambas difunden el rayo de luz que incide en ellas, por más tenue que sea.
El verdadero concepto del Matrimonio
El amor de un cónyuge por el otro debe ser la expresión del verdadero amor de Dios, y no sólo de un amor sentimental y romántico, centrado apenas en la otra persona, en sus reales o supuestas cualidades y atributos.
San Isidoro de Sevilla
Considerado el hombre más docto de su tiempo, San Isidoro fue un precursor tanto en el campo eclesiástico como en el civil, por lo que puede ser considerado uno de los padres de la Edad Media.
+300, d.C. + Calahorra. Nacidos en León, hijos del centurión y mártir Marcelo, estos hermanos formaron también parte de las legiones romanas hasta que se decretó la persecución de los cristianos. Decidieron entonces entregarse al procónsul de Calahorra declarando su fe y aunque fueron encarcelados y torturados nunca renunciaron a su religión, por lo que fueron condenados a morir decapitados a las orillas del río Arnedo el 13 de marzo del año 300.