El Perú necesita de Fátima Visteis el infierno, a donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón.
CampañasTienda VirtualTesoros de la FeDonaciones



«Tesoros de la Fe» Nº 131 > Tema “Ambientes, Costumbres, Civilizaciones”

Ambientes Costumbres Civilizaciones  [+]  Versión Imprimible
AbcAbcAbc

Ambiente aristocrático  ambiente popular

Reflejos de la civilización cristiana


Plinio Corrêa de Oliveira


Atrae la atención en el cuadro que figura a la derecha la cobertura en lo alto de la cama, así como el hecho de que la misma esté colocada de tal manera que se asemeja a una especie de altar.



Esto porque la cama reposa sobre un pequeño estrado y está coronada por un baldaquino. El baldaquino es un mueble compuesto de cuatro columnas altas, con un techo de tejido con amplias cortinas que caen hasta el suelo.

¿Cuál es la razón práctica de la existencia de este tipo de cama?

En grandes casas, en los siglos pasados, la chimenea muchas veces quedaba distante de la habitación. Entonces, para proteger a las personas del frío, se corría una cortina alrededor del lecho. Y así, al abrirse ligeramente el cortinado, se renovaba el aire. El cortinado se destinaba también a proteger a la persona contra la luz de la chimenea, durante la noche, y contra la luz del día, por la mañana.

Para resaltar la dignidad, la nobleza, la importancia de la persona que habita en ese ambiente, había en la cama un dosel, que era un armazón de madera, generalmente forrado en seda. Como el armazón estaba trabajado con distinción e imponencia, era muy frecuente en aquella época que las damas, recostadas en la cama, recibiesen visitas que se sentaban en círculo para conversar con la anfitriona. Era un modo de recibir visitas, de tal manera la cama era ornamental.

Tenemos ahí el mobiliario del cuarto de una persona de mayor distinción.

*     *     *

Sería conveniente considerar una objeción que algunos podrían hacer a esa costumbre: “Fue analizado el interior de una casa, de una persona de alta posición. No es el interior de la casa de un cualquiera, sino de un palacio. Sería interesante saber cómo vivían las personas del pueblo en esa época, por ejemplo, un trabajador manual”. Es una pregunta que tiene cabida, porque una civilización no se manifiesta apenas en las condiciones de vida de los que están en lo alto de la pirámide social, sino en las de todas las clases sociales.



Es comprensible, pues, analizar los muebles e interiores de una casa de campesinos de esa época, que trabajaban la tierra con sus manos, de todas las regiones de Europa. Por ejemplo, de la Bretaña, del Tirol, del valle del Po, de los pueblos de España, de Portugal, etc. Es lo que nos expone la segunda ilustración (a la izquierda).

Encontraremos entonces un arte popular encantador de europeos de condición obrera. En las largas noches de invierno, en que las personas en las aldeas de aquel tiempo se quedaban en casa junto a la chimenea, frecuentemente se dedicaban a elaborar piezas y muebles de madera: camas, sillas, armarios, etc.

Muchas de estas viviendas campesinas de la época medieval o del Ancien Régime son casas encantadoras que aún hoy se conservan. Y existe en Europa un verdadero turismo especializado en visitarlas. Naturalmente no son ambientes que contienen objetos ricos. Pero el arte popular muestra precisamente la dignidad de la condición de clases modestas, cómo ellas pueden y deben amar para sí lo bello y la vida decorosa. Porque el miembro de esas clases es también totalmente hijo de Dios. Y como hijo de Dios, es un príncipe en el orden en la Creación. Así, es razonable que se rodee también de un proporcionado ambiente de belleza.

Naturalmente al marxismo no le gusta que se resalte eso. El comunismo es mentira, y lo que estoy exponiendo aquí es la realidad histórica. Sus falsedades revolucionarias y el odio que el marxismo profesa contra ese orden no conjugan con la realidad histórica, y, naturalmente, no la anulan. 



  




Artículos relacionados

Dos ideales: el Derecho y la máquina
Si alguien tuviese una súbita perturbación en la vista...
El Príncipe de la Paz
Dos cuadros, dos mentalidades, dos doctrinas
Peregrinando dentro de un vitral
Los Reyes Magos y algunos pastores
Confort físico - Bienestar moral
Casas para el alma, y no sólo para el cuerpo
Guillermo II y la emperatriz Sissi
Museos: ¿osarios de la cultura?







Informe de sus aportes a la Alianza de Fátima ¿Necesita que alguien rece por usted? Advocaciones marianas en el Perú Suscríbase a nuestro boletín


COVID-19
¿El coronavirus es un castigo divino?
La pandemia y los grandes horizontes de Fátima
Mons. Athanasius Schneider: Nos gloriamos en las tribulaciones
Remedio seguro contra la “coronafobia”
Cardenal Raymond Leo Burke: Mensaje sobre el combate contra el coronavirus



Peregrinando
Nuestra Señora de la Buena Guardia
Fiesta de la Purificación de María Santísima
El galeón sumergido: símbolo de la esperanza
Loreto, la nueva Nazaret
El Milagro del Sol
San Nuno de Santa María
En la lucha contra el jefe del orgullo sigamos al Príncipe San Miguel
La sagrada Rosa de la Ciudad de los Reyes
La devoción al Inmaculado Corazón de María
El Jardín de Picpus
La gracia de Fátima actuando en Ucrania
Nuestra Señora de la Cabeza Inclinada
La crucifixión y muerte de Jesucristo
Confianza en María Inmaculada aun cuando todo parezca perdido
En este siglo de confusión, oh Madre del Buen Consejo, ruega por nosotros
Navidad
Fátima y el comunismo: dos profecías irreconciliables
150 años de la Comuna de París
San Juan Masías
Rosa de Santa María
Iglesia y Estado: ¿unión o separación?
Remedio eficaz contra los males contemporáneos
Las glorias de María
Santo Toribio de Mogrovejo
La Sagrada Túnica de Nuestro Divino Redentor
Santa Bernadette Soubirous
Corrupción en la sociedad: ¿Existe una solución?
Fiesta de gloria y de paz
Intransigencia de los Santos: irreductible fidelidad a su misión
Cristiandad
El ángel de la guarda, nuestro verdadero amigo
La Asunción de María Santísima
¡Vade retro Satanás!
El Santísimo Sacramento de la Eucaristía
La Madonna de Monte Bérico
Remedio seguro contra la “coronafobia”
El Hijo de Dios condenado por el más arbitrario de los procesos
Santa Jacinta de Fátima: Centenario de su fallecimiento (1920-2020)
La actitud católica frente a la muerte y la concepción materialista
¿Cómo rezar bien el rosario en honor a la Virgen María?
Grandezas y glorias de San José
Presencia diabólica en el mundo de hoy
Los rostros de la Virgen en el Perú
La Visita a los Monumentos - Jueves Santo
Un remedio eficaz contra la amnesia religiosa
Santidad: la verdadera gloria de Francisco y Jacinta



 



Tesoros de la Fe


Nº 255 / Marzo de 2023

Oh Virgen de la Guardia
Guarda nuestra fe y la inocencia de los niños

Nuestra Señora de la Buena Guardia, Basílica de Longpont-sur-Orge, en la región Île-de-France



Solicite aquí la visita de la Virgen Peregrina de Fátima




Santoral

23 de marzo

Santo Toribio de Mogrovejo, Obispo

+1606 Saña - Lambayeque, Perú. Eminente figura nacional que el país debería honrar más justamente. Gran Inquisidor de Granada, Arzobispo de Lima y misionero, consolidó la Religión Católica en gran parte del continente sud-americano.

Más información aquí.






Ayude a difundir el mensaje de Fátima
Alianza de Fátima | Donaciones | Solicite visita de la Virgen | Tienda Virtual

Campaña promovida por la Asociación Santo Tomás de Aquino
Tomás Ramsey 957, Magdalena del Mar - Lima - Perú
..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... .....